Aragón es una tierra sorprendente, una sitio de contraste. La parte norte de la comunidad, más específicamente las provincias de Huesca y Zaragoza diseñan un verdadero cruce, una frontera entre lo llano y lo montañoso, un puente entre la costa mediterránea, el centro y las costas del mar Cantábrico. Un sitio estratégico cuya historia dejó huella en su patrimonio y su cultura.
Os preguntaréis, de este modo, qué ver en Zaragoza y alrededores.
Qué ver en Zaragoza y alrededores
El llamado Reino de Aragón nació de Ramiro I en la edad media, instituyó por primera vez el reino tras liberarlo de la tutela de Navarra. Le sucedió Sancho Ramírez quien ensanchó sus frontera hacia el sur. Gracias a la potencia ofensiva de su predecesor, Pedro I ocupó Barbastro y Zaragoza, donde fueron trasladadas las sedes episcopales de Roda y Jaca.
Jaca, una ciudad con una historia fuerte y muy presente en su arquitectura, ofrece una vista increíble al Pirineo. Permite disfrutar del monte en cualquier época del año, en verano con sus ríos, en primavera con sus paseos, en invierno con las pistas de esquí, en otoño por las setas…No existe mal momento para callejear por sus estrechas calles antiguas, observar las fachadas orneadas de los edificios del centro, disfrutar de sus numerosas plazuelas y saborear un vermut al sol. Pero quizás lo que más os llamará la atención es su antigua ciudadela. Situada en frente de la catedral en el medio del parque de la ciudadela, esta construcción en forma de estrella os dejará atónicos. Protegida por el famoso Monte Oroel, la ciudadela alberga un rebaño de ciervos que disfrutan de la sombra que producen sus altas paredes en verano, y de los montículos de nieve que se forman en invierno. A los niños les encanta imaginarse caballero de la edad media defendiendo Jaca en esta fortificación impresionante, un destino obligado para grupos de escolares.
Subiendo un poco más hacia el norte descubrimos un lugar surrealista: la cueva de las Güixas. Ubicada al lado del pueblo de Villanua, la cueva de las Güixas ofrece un viaje al centro de la tierra donde lo único que se percibe es el gorgoteo del agua y el batir de las alas de los murciélagos. En su interior, el agua ha ido dibujando un espectacular escenario subterráneo, compuesto de formas calcáreas: estalactitas, estalagmitas, columnas…un viaje iniciático en el corazón de la tierra que hará soñar pequeños y mayores.
Dejando el norte y yendo poco a poco hacia el sur descubrimos escondido en la piedra el precioso Monasterio de San Juan de la Peña. Una joya del románico y primer panteón real de Aragón. El Real Monasterio de San Juan de la Peña fue construido a principios del siglo X. La magia de este lugar os llevará a descubrir dos accesos: el Monasterio Viejo y el Monasterio Nuevo. El nuevo, ubicado en lo alto de la pradera, es un punto de partida de una multitud de senderos, paseos y rincones de bosque escondidos. Un terreno de caza de setas incomparable. El viejo, se ubica incrustado en la piedra, como si el monte hubiera crecido alrededor de él, adaptándose a cada una de sus formas. Es una construcción atrapada en el tiempo al menos tanto como en la piedra. Inmute al paso de los siglos…
Los estudiantes y familias descubren en este rincón escondido una fuente de conocimiento, tanto arquitectónico, como cultural o histórico.
Abandonamos la montaña y nos adentramos en el llano llegando al precioso Castillo de Loarre ubicado en la población de Loarre. Es el castillo mejor conservado de Europa, data del siglo XV y su conservación impresionante nos ofrece un escenario clásico de la época de los caballeros, grandes torres, murallas, miradores, almenas, foso… Es un sitio donde reina la magia y donde la imaginación no tiene límite. Con vistas hacia el sur, el Castillo permanece quieto subido a la gigante piedra que le sirve de zócalo. Vigilando el llano, protegiendo el monte.
Acabamos nuestro tour del norte de la provincia en la capital Huesca. Una ciudad repleta de rincones históricos más preciosos a cada esquina. Iglesias, plazas, catedrales, casco histórico, plaza de toros… cada barrio refleja una época, un momento histórico clave. Visitar Huesca es descubrir la riqueza de una ciudad cuyo centro histórico resistió al avance de los coches y de las industrias. Una ciudad que supo proteger sus parques encantadores llenos de arboles centenarios. Es una ciudad que ofrece todo lo que puede ofrecer una ciudad grande, pero conservando su espíritu de pueblo. Un sitio perfecto para acoger grupos de adolescentes.
Aragón, tierra de contraste, de historia, de cultura y de patrimonio. Un lugar para soñar, para descubrir actividades de aventura, descubrir nuestra historia y las huellas que ha dejado. Paseos, senderismo, Rafting, Kayak, escalada, visitas culturales…mil cosas por hacer y por ver en una tierra rica de su historia y de su gente. Una amplia oferta para quienes se pregunten qué ver en Zaragoza y alrededores.